Caso de éxito: Cervecería Whitewater

El sistema de generación de nitrógeno in situ de Atlas Copco reduce las necesidades de CO2 y aumenta la productividad de una fábrica de cerveza artesanal norirlandesa, conoce más del caso:

Whitewater Brewery es una próspera fábrica de cerveza artesanal fundada en 1996 en una granja familiar de quinta generación en Castlewellan, Co. Down. Durante más de dos décadas, la cervecera ha desarrollado y producido una amplia gama de cervezas de barril, stout y lagers, famosas y galardonadas con premios por sus sabores únicos.
Gracias a la combinación de métodos de producción tradicionales con tecnología avanzada, la empresa ha pasado de una producción inicial de 800 litros a la elaboración artesanal de 6.500 litros y el embotellado de 10 cervezas diferentes in situ. Este aumento sustancial de la productividad de sus procesos se vio favorecido inicialmente por el sistema de aire comprimido Atlas Copco de bajo consumo energético de la fábrica de cerveza y, ahora aún más, por la reciente incorporación de un sistema de generación de nitrógeno in situ, diseñado para garantizar la continuidad del suministro y lograr un importante ahorro de costes operativos en comparación con el uso de nitrógeno o dióxido de carbono comprados.

«Construimos una microcervecería porque nos apasiona la cerveza. Hicimos nuestra primera cerveza en el cobertizo de mi bisabuelo con el objetivo de elaborar cervezas excitantes y de gran sabor. Ahora, requerimos un área de producción de 15.000 pies cuadrados que construimos expresamente en 2018».
Bernard Sloan – Fundador y director general

El papel del nitrógeno

En consonancia con operaciones similares dentro de la industria cervecera, Whitewater Brewery ha visto una creciente dependencia del gas nitrógeno para una serie de etapas y aplicaciones de proceso a lo largo del proceso de fabricación de cerveza. Por lo general, estas aplicaciones van desde el lavado de tuberías y tanques hasta la eliminación de CO2 y oxígeno no deseados, pasando por la purga de mosto o mosto residual de recipientes de lotes terminados para evitar el riesgo de que la contaminación estropee el siguiente lote de cerveza.

Además de estas aplicaciones, el gas nitrógeno a presión puede servir como medio ideal para facilitar el flujo de cerveza de una cámara de tanque a otra y para facilitar el llenado de barriles a presión, así como todas las demás operaciones de llenado, embotellado y enlatado.
Como ha podido comprobar Bernard Sloan, la generación de nitrógeno in situ ofrece una solución más sostenible y rentable que la dependencia del nitrógeno o del gas carbónico suministrado en bombonas o como líquido a granel, que requieren transporte, manipulación y dependencia de los plazos de entrega de los proveedores.

Esta fue la razón principal por la que Whitewater Brewery optó por la generación in situ. Con un compresor de tornillo rotativo GA 7 VSD+ FF de Atlas Copco para suministrar aire limpio y seco a 10 bar, se instaló un generador de nitrógeno NGP15+, que incorpora la última tecnología de adsorción por cambio de presión (PSA), para producir un suministro independiente, fiable y flexible de nitrógeno de primera calidad con el nivel exacto de pureza requerido del 99,5%.

La gama NGP+ de Atlas Copco de generadores de nitrógeno in situ de fácil mantenimiento combina una gran capacidad de caudal, con una producción desde tan sólo 4 Nm3/h hasta 3.000 Nm3/h, con unos bajos costes de funcionamiento y mantenimiento.

Nitrogenación

Un beneficio específico derivado de la instalación de generación in situ es su contribución a la producción de cerveza nitrogenada, como la Irish stout, que contiene más gas nitrógeno disuelto y menos CO2 que la cerveza tradicional. La espuma generada por las burbujas de nitrógeno es más espesa y duradera. Con menos CO2, la cerveza tiene el carácter suave que la ha hecho famosa.

Ahorro de CO2

Estas mejoras no son los únicos beneficios sustanciales que el nuevo sistema de generación de nitrógeno in situ ha aportado al negocio de la cervecera Whitewater: también ha reducido la dependencia del CO2 en sus procesos y sus costes de material.

«Utilizábamos una tonelada de CO2 a la semana procedente de un suministro a granel que nos costaba más de 1.000 libras durante los periodos de escasez de suministro. El nitrógeno in situ ha sustituido muchas de las tareas de CO2 en toda nuestra producción y, como resultado, hemos podido limitar el programa de suministro a sólo uno cada cinco semanas. Así ahorramos unas 35.000 libras al año en costes de CO2 y reducimos las emisiones de carbono».
Bernard Sloan  Fundador y Director General

La fiabilidad, la continuidad del suministro, la versatilidad de las aplicaciones de nitrógeno y el coste significativamente inferior de los gases industriales han impulsado la productividad de Whitewater Brewery a un nuevo nivel, ayudándola a estar preparada para sus futuros planes de expansión.

Generación de nitrógeno in situ de Atlas Copco

Los generadores de nitrógeno NGP/NGP+ de Atlas Copco funcionan con tecnología de adsorción por cambio de presión (PSA). El sistema funciona separando las moléculas de nitrógeno y oxígeno dentro de la corriente de aire comprimido que alimenta la unidad. La tecnología PSA atrapa el oxígeno mediante técnicas de adsorción. La adsorción se produce cuando las moléculas de oxígeno se adhieren a un tamiz molecular de carbono (CMS), permitiendo el paso de las moléculas de nitrógeno más pequeñas.

Mientras que otros sistemas de la competencia necesitan seis volúmenes de aire para producir un volumen de nitrógeno, el diseño del generador de Atlas Copco requiere una proporción de sólo cuatro partes de aire por una de nitrógeno.

El nitrógeno es mucho más barato y fácil de conseguir que el CO2. Puede utilizarse en lugar de dióxido de carbono en al menos dos tercios de las aplicaciones de elaboración de cerveza. Sustituir una proporción de CO2 por nitrógeno reduce significativamente la huella de carbono de una fábrica de cerveza, ya que cuando el nitrógeno utilizado en un proceso de elaboración de cerveza se libera, simplemente vuelve al aire del que procede, mientras que el CO2 que se escapa es una emisión de gases de efecto invernadero.

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