7 Tips sencillos para reducir tus costes de compresión de aire
Preservar la energía puede que nunca haya sido tan importante como ahora. Por un lado, está la cuestión de reducir costes de compresión de aire. Los precios de la energía son altísimos en muchas partes del mundo, y cada poco que no se consuma significa dinero ahorrado.
Por otro lado, una producción sostenible dicta eficiencia. Porque preservar la energía es lo correcto para el medio ambiente. Además, los gobiernos lo exigen cada vez más y los clientes esperan que las empresas «sean verdes».
Cuando se trata de nuestra vida privada, entendemos que hay algunas cosas muy sencillas que podemos hacer para que nuestras facturas de energía sean manejables.
¿No estaría bien que también hubiera algunos consejos sensatos para que las empresas redujeran significativamente su consumo de energía… y, por tanto, sus costes de funcionamiento?
En realidad, los hay.
A continuación encontrarás siete recomendaciones sobre lo que puedes hacer para frenar tu consumo de energía al comprimir aire. Ten en cuenta que apenas hay otro proceso industrial en el que la eficiencia importe tanto: Aproximadamente el 10% de la energía mundial se utiliza para comprimir aire.
Si tenemos en cuenta su funcionamiento individual, la energía representa el 80% del coste de la vida útil de tu compresor. Por ello, la eficiencia es la prioridad número uno para reducir sustancialmente sus costes operativos y su huella medioambiental.
Algunas de estas recomendaciones son muy fáciles y rápidas de aplicar. Otras requieren algunas inversiones que se amortizarán rápidamente.
Si sigues algunas de ellas, tendrás garantizada la reducción de tu factura energética. Ponlas todas en práctica y podrás marcar una diferencia significativa en tu cuenta de energía y en el medio ambiente.
Conoce las 7 recomendaciones
1. Reduce la presión del aire
Esta recomendación es muy sencilla.
Siempre que sea posible, debes reducir la presión del aire. Por ejemplo, si tu sistema de aire comprimido produce 10 bares de presión, pero sólo necesitas 7 bares para alimentar a tu equipo, estás desperdiciando 3 bares.
Puede que no parezca mucho, pero los resultados se acumulan rápidamente. Por cada bar que reduzca la presión de tu sistema de aire comprimido, su consumo de energía disminuirá aproximadamente un 7%.
Por eso, una de las cosas más importantes que puedes hacer es evaluar con frecuencia las necesidades de tu sistema. Por ejemplo, si sustituyes una herramienta ineficiente por otra más eficiente, es posible que necesite menos presión.
Utilizar sólo la presión necesaria tiene otra ventaja: puedes alargar los intervalos de mantenimiento de juntas o diafragmas que estarán sometidos a menos tensión.
Si posees varios compresores, una forma de conseguir una reducción de la presión es utilizar un controlador central inteligente. De ese modo, puedes asegurarte de que cada compresor suministra la presión correcta a múltiples aplicaciones (si las aplicaciones requieren diferentes puntos de ajuste de presión). Es una forma inteligente de eliminar los reductores de presión, que de otro modo desperdiciarían la energía. En otras palabras, un controlador central inteligente puede optimizar el rendimiento de todas las máquinas para que sólo produzcan la presión necesaria.
Otra forma de reducir la presión de consigna es revisar el sistema de distribución de aire. Las tuberías de pequeño diámetro, las curvas excesivas, los acoplamientos, los filtros y los reductores de presión tienen un impacto muy grande en la caída de presión total de un sistema. Es muy recomendable revisar el sistema de distribución de aire y aumentar el diámetro donde sea necesario, eliminar los reductores de presión y aumentar el tamaño de los paquetes de filtros instalados. Y no olvides reducir el valor de consigna de presión para permitir esos ahorros posteriores.
2. Elimina las fugas de aire
Esto es extremadamente importante porque casi todos los sistemas de aire comprimido tienen fugas, y éstas pueden resultar muy costosas. La mayoría de los usuarios de aire comprimido no se dan cuenta de que hasta el 30% de su energía -y una media del 20%- se pierde debido a fugas grandes y pequeñas en sus tuberías. Literalmente, su dinero se esfuma.
Por lo tanto, una de tus principales prioridades debería ser controlar constantemente tu sistema en busca de fugas y eliminarlas lo antes posible.
Hay muchas formas de hacerlo. Desde escáneres muy sofisticados hasta métodos de baja tecnología. Por ejemplo, puedes simplemente aplicar agua jabonosa en las zonas en las que sospeche que hay fugas. Si hay una fuga, verá la formación de burbujas.
Además, ten en cuenta aislar las herramientas que no utilizes para eliminar las fugas en el interior de estos equipos.
3. Optimiza la temperatura ambiente
Las condiciones de tu sala de compresores -o la sala en la que se encuentra tu compresor- marcan una gran diferencia en el rendimiento del equipo.
Por ejemplo, conviene mantener el aire de la sala libre de polvo y humedad para garantizar que el aire comprimido no se contamine y no tenga que tratarse más de lo necesario con postenfriadores, secadores y filtros (lo que también ahorra energía).
La temperatura ambiente desempeña un papel importante a la hora de mantener baja la factura energética. Por cada reducción de 5 °C, se puede conseguir un ahorro energético del 1,5%.
Por eso debes asegurarte siempre de hacer funcionar tus compresores en entornos limpios, frescos y bien ventilados. Y, con un poco de inversión, puedes convertir todo el calor que genera la compresión de aire en algo útil (consulta nuestra recomendación 6).
Otra posibilidad es obtener el aire de admisión del exterior, especialmente en entornos más fríos.
4. Realiza un mantenimiento regular
A primera vista, el mantenimiento tiene mucho más que ver con la fiabilidad que con la eficiencia. Sin embargo, en muchos casos van de la mano.
Las revisiones periódicas y las auditorías energéticas no sólo alargan la vida útil de tu equipo de aire comprimido, sino que también contribuyen a hacerlo más eficiente. Este tipo de mantenimiento optimiza el rendimiento de todo el sistema, lo que ayuda a reducir costes de compresión de aire.
Un buen ejemplo de ello es que la sustitución periódica de las piezas de desgaste reducirá las fugas, mientras que las inspecciones periódicas ayudarán a detectarlas.
Pero no te limites a esperar a realizar el mantenimiento cuando esté programado. Actualmente existen muchas herramientas y tecnologías que te permitirán llevar a cabo un mantenimiento predictivo y preventivo para mantener a tus compresores en el mejor estado de funcionamiento posible.
A partir de este punto, te diriges hacia las recomendaciones que requerirán diversos grados de inversión. Sin embargo, nunca se insistirá lo suficiente en que estos costes pueden recuperarse muy rápidamente, especialmente en momentos en los que los precios de la energía son elevados.
5. Respeta la vida útil de tu máquina
Por muy bien que mantengas tu equipo de aire comprimido, es completamente normal que su eficacia y eficiencia disminuyan con el tiempo. Esta es una de las razones por las que no debes conservar tus máquinas más tiempo del debido.
Por un lado, su funcionamiento resulta más caro, tanto en términos de consumo de energía como de costes de mantenimiento.
Por otro lado, la tecnología de los compresores avanza constantemente. Un ejemplo es la evolución de la tecnología de variadores de velocidad (VSD).
Hace poco más de 25 años, Atlas Copco introdujo el primer compresor cuya velocidad del motor se ajustaba automáticamente a la demanda de aire. Esto supuso un ahorro energético extremo del 35% con respecto a los compresores convencionales de velocidad fija.
Desde entonces, sin embargo, esta tecnología se ha desarrollado aún más. La última versión de estos compresores, la serie GA VSDS, puede reducir costes de compresión de aire hasta en un 60%.
En otras palabras, aunque muchas empresas pueden rehuir realizar nuevas inversiones, especialmente en un momento de incertidumbre económica, los equipos nuevos y más eficientes suelen amortizarse muy rápidamente porque sus gastos operativos disminuyen.
Y, cuando llegue el momento de hacer un cambio, no olvides aportar su granito de arena al medio ambiente devolviendo, reciclando o reutilizando tus viejas máquinas.
6. Recuperar calor
Comprimir aire no sólo consume mucha energía, sino que también genera mucho calor. De hecho, la mayor parte de la energía utilizada se convierte en calor residual.
Esto te deja dos opciones: Puedes optar por dejar que este calor residual… bueno, que se desperdicie. Si decides hacerlo, al menos asegúrese de que no se libera dentro de la sala de compresores para mantener baja la temperatura ambiente. Como ya has aprendido, esto también ayuda a reducir costes de compresión de aire.
O puede decidir aprovechar este calor. Esencialmente, eso te permite reutilizar la energía consumida durante el proceso de compresión. Esto puede reducir en gran medida tu factura energética.
He aquí cómo: Las tecnologías modernas te permiten recuperar casi todo el calor generado durante la compresión.
Ese calor puede utilizarse para diversas aplicaciones, como calentar agua, sustituir hornos o en procesos de secado, por nombrar sólo algunas.
En muchos casos, esto no requiere grandes inversiones. Por ejemplo, basta con conectar la salida caliente del compresor a los conductos de calefacción, ventilación y aire acondicionado en invierno para calentar las instalaciones. Opcionalmente, puedes optar por instalar el kit de recuperación de energía y calentar agua para utilizarla en otras partes de tus instalaciones.
7. Utilizar energía verde
No hay forma de evitar el uso de bastante energía para comprimir el aire, al menos de momento. Sin embargo, lo que sí puedes hacer es asegurarte de que toda o la mayor parte sea energía verde.
Eso significa instalar paneles solares y aprovechar las turbinas eólicas para alimentar tu producción (obviamente, esta recomendación no se limita a tus equipos de aire comprimido).
Sí, pueden ser inversiones importantes. Sin embargo, muchos gobiernos las subvencionan ahora para asegurarse de que se pueden cumplir los objetivos de protección del clima. Además, una vez que te sientes, hables con los expertos y hagas cuentas, te darás cuenta de que no se trata sólo de grandes inversiones.
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¿Tienes dudas para reducir costes de compresión de aire? contacta a un especialista en aire comprimido aquí: www.mrperu.com.pe. Recuerda que somos especialistas en compresores de aire comprimido y distribuidores autorizados de Atlas Copco en Perú (+51) 997 580 486. Puedes escribirnos al correo: ventasyalquileres@mrperu.com.pe. Estamos ubicados en la calle Isaac Newton 139 Z.I San Francisco (Av. Separadora Industrial con Evitamiento) – Ate. Nuestro horario de atención es de lunes a viernes de 09:00 – 17:00 horas de Perú.
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